martes, 6 de octubre de 2009

SEMBALANZA




Allá donde nace el sol
donde nuestros antepasados sepultaron a sus muertos
donde los muertos reviven a sus vivos
donde la noche se convierte en camposanto
donde la vida es muerte y la muerte es vida
donde el Mictlán se hunde en el tiempo
donde el jaguar se encuentra libre
donde el rey poeta escribe para sus descendientes
allá esta el cantor, el hacedor de música

Conocí a Jorge Reyes hace ya muchos años. Primeramente en su etapa roquera con Chac Mool; después, en sus inicios en la “Etnomúsica” con su disco Et-Tunkul, buen intento que se agradece. Después vendría su mejor disco A la izquierda del colibrí, en conjunto con otro genio de la música mexicana, Antonio Zepeda. De este disco se desprende grandes temas, iniciando con Caña, tema atemporal de gran fuerza y potencia, destacando los efectos corales y la base rítmica en armonía con la flauta transversa ejecutada magistralmente por el mismo Jorge Reyes. En A la Izquierda del Colibrí, tema que da nombre al disco, se recurre a textos del poeta Netzahualcoyotl, en la voz del actor Alejandro Camacho:

Xopan Cala Itec
Tzontecochotzin
Zantic Mayahua
In Puyuma Xochitil


Estoy tan acostumbrado a estar vivo
Que ni cuenta me di cuando me volví zopilote
Cuando vuelo no tengo miedo,
nadie me ha podio alcanzar.
En la casa del Colibrí no se ha escuchado la última palabra…


La programación electrónica de los sonidos es genial, así nada mas. Otros temas del disco son El Hacedor de lluvia, donde se siente la mano y el peso de la percusiones de Antonio Zepeda, quien nos conduce a un rito mágico y chamánico, con toda la gama de instrumentos que solo el sabe ejecutar. Wawaki es lo mejor del disco. Ambos músicos lucen perfectamente acoplados en una travesía por la geografía prehispánica que con solo oír el tema uno se transporta a latitudes desconocidas. En algunas ocasiones tuve la oportunidad de mezclar Wawaki como base para trabajos escolares y profesionales, logrando siempre un gran impacto para la ocasión. En Lejos te llevas el Espejo de tu Rostro, se obtiene una realidad sonora muy densa, muy pesada, muy difícil de entender y que junto con Managua, culminan perfectamente el disco.

Ambos músicos nunca mas volverían a encontrarse (en un asunto que Antonio Zepeda me comentaría y que creo, a estas alturas, no tiene la menor importancia platicar). Después de esta producción vendría Comala, disco que marca la consagración del músico y que integra nuevamente sonidos oníricos y de atmósferas sonoras místicas, En esta producción están como invitados La Tribu (grupo musical de búsqueda), Humberto Álvarez, Arturo Meza, Saide Sesín y la voz de María Sabina. Los seis tracks que integran el disco son excelsos, son un viaje a un mundo de cantos, de gritos desgarradores, de sueños y alucines, al mítico lugar creado por Juan Rulfo donde el hijo de Pedro Páramo, en la búsqueda de su padre, descubre Comala. Lugar de silencios, lugar estéril, lugar sin vida, lugar de sombras que aterran, de pasados aún vigentes, de preguntas sin respuestas. El tema principal, Comala, es sin duda lo mejor del disco, un viaje etéreo que paulatinamente nos va sumergiendo en un mar de emociones encontradas, en una visión hipnótica de la muerte, aterradora y triste quizá, pero que nos invita a escuchar, a iniciar un recorrido por el mas allá, con ritmos marcados muy atinadamente por las percusiones y las danzas de La Tribu, el tambor rarámuri de Arturo Meza y la voz en off de María Sabina (sabia mujer reina de los hongos, que desde algún lugar nos acompaña en la creación de este texto, ¡Pero por supuesto!).

Limbo donde solitario
se transforma
lo vivido en polvo
Páramo sin aire
donde el tiempo
no respira


Los demás tracks son puentes que nos conducen a la Comala mítica: Adiós a mi Acompañamiento es una suite muy hecha, musicalmente, al estilo de Humberto Alvarez y su piano. En Hekura, el sentimiento de angustia está latente, frio, nuevamente desgarrador. Para el tema Nadie se libra en Tamohuanchan, Jorge Reyes nos conduce a un extasis de gritos y susurros, todo acoplado perfectamente y donde vemos (con solo escuchar), las danzas y los sonidos de La Tribu. La Diosa de las Águilas retoma los cantos de María Sabina, percusiones y la base de ritmos electrónicos. Finalmente el disco cierra con El Anima Sola, track fuerte y que sintetiza el concepto de la producción, con efectos y ecos que provocan al llegar donde el tiempo no respira, donde el mismo aire se convierte en fuego, el agua en sangre y los dioses del México prehispánico se muestran tal cual son. Así concluye el viaje de Jorge Reyes a Comala

Finalmente recuerdo un concierto en el Espacio Escultórico de C. U., ¡Apoteósico!, ¡Genial!. Era día de muertos y todos los congregados en ese lugar, estábamos sumergidos en una atmósfera muy especial, muy mística. Jorge Reyes salió a escena e inició el ejercicio catártico: tambores, ocarinas, teponaztlis, caracoles, palos de lluvia, huehuetls, ollas y cántaros de barro, tenabaris, silbatos, incienso, sintetizadores, efectos de luz, danza y mas elementos similares. El resultado: una noche increíble. Algunos estábamos sentados, otros de pié, algunos danzando, otros bebiendo y otros fumando, en medio de una noche que fue el escenario idóneo para la ocasión.

Durante muchos años seguí fielmente la carrera musical de este músico a finales de los ochentas y principios de los noventas. Claramente puedo observar la evolución musical de Jorge Reyes después de sus discos de etnomúsica (Et-Tunkul, A la izquierda del Colibrí, Comala, Viento de Navajas, Nierika, Crónica de Castas y Bajo el Sol Jaguar) y su profundo interés por nuevos sonidos y atmósferas, de ahí su vinculación con Suzo Sáiz y Steve Roach, quienes juntos logran excelentes producciones musicales, como Suspended Memories Forgotten Gods y Suspended Memories Earth Island.

De igual forma, Jorge Reyes realizó una destacada colaboración con el dueto frencés Deep Forest (Comparsa), sin dejar atrás su trabajo con cantantes de pop mexicano como Sasha Sokol.

Reyes incursionó también en el Séptimo Arte al escribir bandas sonoras como La Otra Conquista. En Alemania graba el soundtrack de la película española Los Hijos del Viento y aquí en México compuso la música para el espectáculo multimedia Nahui Olin, de su esposa y compañera, la actriz Ariane Pellicer.

En el año 2001, Jorge Reyes se convirtió en miembro fundador del Laboratorio de Experimentación Artística Sonora (LEAS), de Radio Educación, en donde produjo obras como Zocalop, Epitafio y Los Proverbios del Infierno.

Por eso escribir y hablar de Jorge Reyes es reconocer al investigador, al hacedor de música, al creador de inolvidables espectáculos multimedia, a quien apostó por la fusión de sonidos prehispánicos con secuencias y ritmos de sintetizadores. Por eso duele su pérdida, su fallecimiento, y donde quiera que estés Jorge, hasta allí, ¡Gracias!

Discografía pronta:

· Et-Tunkul (1987)
· A la izquierda del colibrí (dueto con Antonio Zepeda, 1985)
· Comala (con el grupo La Tribu, 1986)
· Viento de Navajas (1988)
· Nierika (1989)
· Crónica de Castas (1990)
· Bajo el sol Jaguar (1991)
· Suspended memories forgotten gods (con Steve Roac y Suso Saiz, 1992)
· Suspended memories earth island (con Steve Roach y Suso Saiz, 1994)
· The flayed God
· El costumbre
· El camino del jaguar (recopilación 1983-2001)
· Concierto en el zócalo de la ciudad de México (grabación no oficial)
· Mexican Music. Mystic Rites

“¿Acaso en verdad se vive en la tierra?
No para siempre en la tierra,
solo un poco aquí.
Aunque sea jade se quiebra.
Aunque sea oro se rompe.
Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra,
solo un poco aquí”.

Nezahualcóyotl (siglo XV, d. c.)
Rey-Poeta de Texcoco

Jorge, que el camino al Mictlán te sea bueno
Guillermo Cruz

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